Quienes somos?
La primera cuestión que nos planteamos cuando decidimos redactar este artículo, fue...¿pero quién va escribir sobre nosotros? Esto abrió un amplio abanico de posibilidades bajo los límites de la sobriedad en el que la autoría del mismo quedaba prácticamente en entredicho.
Si consultas las mayoría de páginas web bajo la rubrica "Acerca de" o "Sobre nosotros", encontrarás el típico artículo que hace alarde desproporcionado del lugar o actividad comercial que realiza, asemejado más bien a una campaña de marketing que a lo que verdaderamente el lector le interesa saber. Y es que, a decir verdad, no queríamos opiniones subjetivas lejos de demostrar una imparcialidad liviana; ni párrafos cercanos redactados por quienes pertenecían a la casta ya fuera por cualquier tipo de vínculo familiar, o simple lazo amistoso.
Pensábamos que quienes mejor podían escribir acerca del Café - Bar "El Rincón de Mila" eran sus propios clientes. Aquellos a quienes cualquier tipo de interés o sentido de la recompensa, les hacían brillar por su más absoluta ausencia.
Pues bien, conozco esta pequeña Cafetería - Bar y a todo su maravilloso personal, desde hace ya varios años. Situado en la ciudad San Fernando (Cádiz), en Avenida San Juan Bosco 36, muy cerca del recinto ferial; este rincón acogedor presume de una carta de lo más variada en cuanto a aperitivos y desayunos se refiere. Y es que encontrar una cafetería hoy en día en el que por ejemplo, el tomate sea completamente natural y no envasado, al margen de otras tantas peculiaridades que la hacen diferente, se ha convertido dicho sea de paso, en una absoluta Gincana en la que rara vez sale uno ganador.
No queremos decir con esto que sea el único lugar en la ciudad en el que se ofrezcan desayunos tan cuidados y variados; ni muchísimo menos, nada más lejos de la realidad.
En "La Isla", la restauración y su gastronomía son motivo de interés turístico más que suficiente tanto para quienes visitan la ciudad como para quienes viven en ella.
En "La Isla", la restauración y su gastronomía son motivo de interés turístico más que suficiente tanto para quienes visitan la ciudad como para quienes viven en ella.
Algo que me llamó francamente la atención la primera vez que vine a parar aquí, fue la cordialidad y la empatía con la que el personal trata a su clientela. Era curioso observar como todos ellos, o al menos la inmensa mayoría, siempre recibían un "que tal estas"... "como va todo", o el clásico "qué...te pongo lo de siempre?". El simple gesto de entrar en un lugar en el que me hagan sentir como parte de él, en el que ni siquiera tenga que decir que es lo que quiero para que en la máquina de café ya se esté preparando una taza que ponga mi nombre, o en el que sobre todo, no falte una sonrisa que acompañe a esos buenos días, es algo que rompe por completo la frialdad con la que la sociedad se viene contagiando a falta de factores que hagan de las relaciones humanas algo más que un simple "Hola, que van a tomar?".
Este acogedor rincón abrió sus puertas en 2012, fruto de la ilusión, esfuerzo y sacrificio de su actual propietaria, a la que debe su nombre esta cafetería. Milagrosa Castañeda, o Mila como la conocemos todos, quien con su inconfundible y agradable carácter no deja indiferente a nadie una vez entras por sus puertas ya sea para probar uno de sus maravillosos desayunos, como para beber un baso de agua.
Y es que, por razones que aún desconozco, quizás por ausencia o exceso de ciertos agentes socializadores, quizás por el continuo bombardeo de nuevas tecnologías o simplemente por cuestiones de mera educación, hemos olvidado que detrás de ese café, detrás de esa actitud servicial que obliga en ocasiones a abstraerse de problemas ajenos a su jornada laboral, fabricando por ende una sonrisa hasta en sus peores días, existe una persona (o equipo de ellas) que no solo se preocupa por servirte el café con doble de sacarina o sin azúcar, por que sea corto de leche o largo de café, en vaso o en taza, sino que su máximo exponente pasa porque al cruzar la puerta te vayas pensando..."volveré".... Porque queremos que vuelvas...Yo volví...